El Lobo de Wall Street
La quinta colaboración entre Martin Scorsese y Leonardo DiCaprio
en realidad tendría que haber sido la cuarta. Y es que la pareja rumiaba El Lobo de Wall Street desde hacía siete
años, antes incluso de rodar Shutter
Island en 2010 -que por mí que se la podían haber ahorrado-.
La película es una especie de Uno de los nuestros pero en clave de comedia negra, la misma historia
de un joven ambicioso -Jordan Belfort, un yuppie real de los '80 y '90- que partiendo
de la nada consigue triunfar pero a costa de perder su alma por el camino. La cinta es divertida y nunca deja de resultar interesante, gracias al talento
de Scorsese y por la naturaleza tan atractiva y excesiva de un personaje como
Belfort, el puto amo para cualquier borregomátrix que la vea, siempre rodeado
de lujos, top models y drogas por doquier. Pero si lo piensas un poco, el film
es bastante reprobable moralmente, ya que a veces no se sabe muy bien dónde acaba la
sátira y dónde empieza la apología hacia su protagonista, que no duda en
estafar a un montón de pequeños inversores para pagarse fiestas, mansiones o
sus queridos qualuds. Por ejemplo, la
escena en la que Jordan se burla de un pobre cliente por teléfono, con sus
colegas al lado riéndole sus gestos y gracietas, es ciertamente desagradable. Una
situación que se repetirá, más matizada, en el último plano de la película, en
el que una audiencia de perdedores sin glamour
contemplan con gesto entre borreguil y admirativo a Belfort / DiCaprio, que les
vende la moto -o el boli- de que ellos también pueden ser tan winners como él y no unos pringados.
No me extraña que en el preestreno una mujer les echara la bronca al equipo de
la peli y le dijera en la cara a Scorsese que si no tenía vergüenza por haberla
rodado; quizá esa espectadora indignada fue una de las afectadas por las
acciones a centavo. Es como si aquí hubiéramos hecho una comedia sobre un
director de banco algo granujilla enriquecido tras colocar preferentes a
ancianos y parados.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3HvTWdy5_kSU3H75fPixUacpQVoHPnb_G2he8oPfUf_Ke-0pj3Y6pBueU5qK_l15IqMqpyHgjCxIU26FBfZHDolvZ4Ayd1EXy0YJlG2BNj-SQhIH_PgF1bFCAL9PiMUl2JCwQxPw-sN1D/s1600/02.jpg)
En fin, que coincido bastante con la genial crítica de Poli
Rincón: "a la película le sobra una hora, se hace larga y es muy buena, pero es
infumable y no hay quien la aguante" :)
SPOILERS
Lo mejor: Su energía, la
escena de las pastillas con retardo y el teléfono, y la de Jordan y tía Emma en
el parque, en la que oímos en off los pensamientos de los personajes -"¡joder, si me está tirando los
tejos!", mientras hablan de otras cosas, estilo Annie Hall.
Lo peor: El
pesado de Jonah Hill, su duración
excesiva y que a veces tome demasiado partido por su crápula protagonista.
Criticoll
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