viernes, 28 de febrero de 2025

PELÍCULAS QUE VI EN FEBRERO DE 2025

Repaso a algunas películas que vi en febrero de 2025.

La profecía (1976) 

No me había atrevido nunca a verla por si me daba mucho miedo y pesadillas o una maldición o algo, pero un día me armé de valor y al fin lo hice. Lo malo es que al haber tardado tantos años ya me sabía muchas escenas o el destino de varios personajes, al leer libros o ver videos de aquí o de allí, documentales recopilatorios del cine de terror, etc. en 40 y pico años fíjate si me habré comido spoilers de La profecía. Aún así me ha sorprendido lo poco que sale el propio anticristo, Damien -Harvey Stephens-, porque la película se centra sobre todo en el personaje del embajador USA en Londres -Gregory Peck- y su búsqueda por saber de dónde demonios -nunca mejor dicho- salió su hijo adoptado, al que acogió cuando un turbio sacerdote se lo ofreció para reemplazar a su hijo biológico muerto, como una ganga en plan que me lo quitan de las manos, niño. La escena me recordó a Amadeo Salvo patrocinando a Peter Lim cuando la venta del VCF, todo parecían ventajas, snif. Por cierto, Gregory, que ya son ganas de ir tentando a la suerte quedándote con un niño recién nacido en Italia un 6 de junio a las 6 de la mañana, aún te pasa poco… Haberte leído el Apocalipsis o las cuartetas de Nostradamus para saber que no era una buena idea. En cuanto al personaje del fotógrafo al que encarna David Warner, no sé por qué, pero pensaba que era otro villano, y no el amigo-ayudante del embajador. Spoiler: para mí que la escena de su muerte debió servir de inspiración a los creadores de Destino final, con esos planos subjetivos del mal o su forma de valerse retorcidamente de objetos cotidianos y medios de locomoción para cargarse a alguien bajo la excusa de la mala suerte.

Al final la película me dio menos mal rollo de lo esperado pero a cambio es entretenida y con una buena composición de planos, se nota que detrás había un director con oficio que sabía narrar como Richard Donner. Uno de sus mejores activos es la banda sonora de Jerry Goldsmith -con la que ganó su único Oscar- o la canción Ave Satani, la única de la historia nominada a la estatuilla cantada en latín. Hay que decir que se nota que los productores tenían claramente el ojo puesto en una secuela, porque la interesante trama detectivesca sobre los dos sacerdotes arrepentidos que se pasaron al lado oscuro y le timaron a Peck con Damien queda inconclusa: te quedas con ganas de más, de ver las dos secuelas que siguieron: La maldición de Damien (1978) y El final de Damien (1981). Paso de reboots y de la cuarta.

Recordando a Mel Brooks, un guionista español sin miedo al paro y a la cancelación podría hacer un spoof buenísimo de La profecía basada en Pedro Sánchez, en la original lo ponen a huevo para parodiar varias escenas. Por ejemplo, su madre se pregunta de dónde habrá salido esa persona tan maquiavélicamente mala. -Para el papel de Lee Remick yo pondría a Aitana Sánchez-Gijón interpretándola como si fuera Isabel Díaz Ayuso, pero no creo que quiera-. También en un momento dado de The Omen dicen que en las escrituras avisan de que el Anticristo surgirá del mundo de la política… En otra escena podría salir Margarita Robles sugiriendo que devuelvan a Damien como hizo ella con su hija vietnamita adoptada, porque también era un demonio; cuando está Lee Remick-Ayuso colgando al vacío, Damien-Pedro le diría: mami, si necesitas ayuda, pídemela. Así mismo se carga a su hermano no nato porque total, iba a ser un estorbo, un inútil enchufado por el que le podrían pillar. O también cuando Gregory Peck lo lleva al final a la iglesia a rastras, en vez de montarlo en el coche en el asiento de atrás para que le moleste mientras conduce ¿? Haría lo más lógico e intentaría meterlo en el maletero, pero este se abriría y saldría Puigdemont de dentro diciendo: escolti, está ocupat.

 

No hables con extraños (2024)

Thriller desasosegante donde los protagonistas se merecen todo lo malo que les pasa, por tomar decisiones idiotas constantemente. Quizá es una sutil crítica del buenismo de la sociedad occidental y todo, tendría que verla de nuevo. En cualquier caso miré en los créditos por si Mackenzie Davis era la productora ejecutiva o algo, porque todo lo heroico y positivo que sucede es gracias a ella; si tuviera que confiar en que su marido -Scoot McNairy- salvara el día lo llevaban claro. Y es que llamar cero a la izquierda a su pusilánime personaje es quedarse corto. En cuanto a los malos, destaca James McAvoy aunque desde Múltiple esté encasillado en papeles de villano mazado amenazante, a pesar de su escasa corpulencia. La película en realidad es un remake de una película danesa, pero no la he visto. El director es James Watkins, el de Eden Lake, así que uno ya sabe a lo que viene.

 

La infiltrada (2024)

Ganadora ex aequo con El 47 del Goya a la mejor película, este sólido film de género de Arantxa Echevarría resulta entretenido y es necesario para enseñarle a las nuevas generaciones cómo era ETA antes del blanqueamiento actual, donde las víctimas del terrorismo parecen los malos y sus herederos políticos los buenos, el mundo al revés. Muy premonitoria, en este sentido la frase del etarra Sergio (Diego Anido) a Arantxa-Mónica: será mejor que me trates con más respeto porque dentro de unos años estaremos en el gobierno. La infiltrada ofrece buenas dosis de suspense en la tradición de thrillers políticos como El lobo o Chacal, donde el espectador se queda al filo de su asiento ante el temor de que descubran a la protagonista -Carolina Yuste, merecido Goya a la mejor actriz-. Si bien algunas situaciones están algo exageradas o cogidas por los pelos: por ejemplo, para copiar documentos de una carpeta rápido y sin que se entere el etarra, es mejor hacer fotos de los folios -como ya había hecho la policía en una escena anterior-, no hace falta correr el riesgo de llevarlos a la comisaría para escanearlos uno por uno con una impresora de los años 90, y crear de este modo un suspense innecesario porque el malo vaya a salir antes del bar para ir a casa y descubrir que alguien le ha cogido la carpeta de los atentados. Esto con la nube ya no pasaría, menos mal que aún no existía en aquella época.


Saben aquell (2023) 

Tras La infiltrada, mi sobrevenido amor platónico por Carolina Yuste me hizo ver Saben aquell, biopic de David Trueba del incomparable Eugenio donde Yuste interpreta a su primera mujer, Conchita. Una película que tenía ganas de ver y que satisfizo todas mis expectativas. El guión recorre los humildes orígenes del humorista catalán y su paulatino ascenso a la fama de forma sólida e interesante, donde la época está muy bien recreada en cuanto a ambientación y vestuario. David Verdaguer logró un meritorio Goya por su interpretación -más que imitación- y encima cuentan muchos chistes de Eugenio, de esos que tenían mis padres en un cassette que oíamos en el coche, alternándolos con los de Arévalo y Don Pío. De paso asistimos a momentos emocionantes como la actuación de Nino Bravo de Un beso y una flor para seleccionar la canción de Eurovisión de 1972 -una injusticia histórica que no ganara, escogieron a Julio Iglesias y la mediocre Gwendoline- o contemplamos un rodaje del Un, dos, tres setentero y la legendaria mala leche de Chicho Ibáñez Serrador -interpretado por el director valenciano Paco Plaza-. Hablando de cameos de directores de la terreta, también sale un viejo conocido mío, Sigfrid Monleón como el cura del principio.

Phenomenon (1996) 

La vi casualmente el día del cumpleaños de John Travolta, no sé si eso también es un Phenomenon. Después de que le tocara la lotería gracias a Tarantino y Pulp Fiction a mediados de los 90,  Travolta volvió a la primera división del cine tras 10 años en las catacumbas de Hollywood, lo que le dio acceso de nuevo a proyectos y guiones de grandes estudios codiciados por otros actores, como fue el caso de este film, donde Ed Harris y Jason Patric también sonaron para su papel. John interpreta aquí a George Malley, un mecánico de un pequeño pueblo que una noche es golpeado por una misteriosa luz cegadora que provoca que se multiplique su inteligencia de forma exponencial, adquiriendo también poderes telequinésicos a raíz del incidente… Phenomenon es la típica película de los 90 políticamente correcta, bonita y bien hecha, -un poco larga-, donde lo mejor son las escenas en la que George demuestra su portentosa inteligencia sobrevenida, como descifrar el código morse de oído, devorar libros de física, prevenir terremotos, mover objetos con la mente o recitar de carrerilla -y por orden alfabético- todos los tipos de animales mamíferos que hay. Ya puestos, se podría hacer un programa doble con Phenomenon y Sin límites, la de Bradley Cooper y Robert de Niro -Lucy, la de Scarlett Johansson creo que también valdría, pero no la he visto-, y luego rizar el rizo y ver Memento, Tenet o Primer, seguro que con alguien con la mente abierta las entendería a la primera. Hay que decir que ya vi esta película en su momento doblada, pero en esta nueva revisión quería comprobar en versión original cómo resolvían idiomáticamente una escena: aquella en la que Travolta ayuda a un viejo portugués enfermo que no se puede comunicar en otra lengua, y para ello aprende su idioma en 20 minutos en el coche: mi duda era saber si en el original el personaje del anciano hablaba español, pero no, era también portugués. Si bien en una escena anterior sí que hay cambio al estilo Los Goonies: en la versión en inglés se habla en español y en la doblada en castellano simulan que es italiano.

Septiembre 5 (2024) 

Recreación del atentado terrorista de Munich 1972 contra atletas israelíes pero ahora desde el punto de vista del estudio de realización de la cadena ABC, que era quien tenía los derechos de emisión de aquellos juegos olímpicos y se encontró inesperadamente con la oportunidad de retransmitir en directo aquel suceso. Lo hicieron bastante bien, colando reporteros y cámaras en la villa olímpica en exclusiva, aunque la fastidiaron al final: por ese afán que tienen los periodistas de dar una primicia, metieron la pata y anunciaron antes de tiempo que los rehenes estaban sanos y salvos, cuando cualquiera que conozca un poco de historia o haya visto 21 horas en Munich o la propia Munich de Spielberg sabe que por desgracia de eso nada. La película es entretenida y maneja muy bien la tensión, siendo su mayor baza el trabajo de dirección artística, el cual recrea perfectamente el equipamiento técnico televisivo de los años 70, como por ejemplo aquellas pesadas cámaras de cine de 35 y 16 mm con las que operaban las unidades móviles de informativos, y que luego había que revelarlas, vaya rollo. Del reparto destaca el camaleónico John Magaro -First Cow, Vidas pasadas-, así como Peter Sarsgaard -en un rol muy diferente al de Memory- o la alemana Leonie Benesch -La cinta blanca, Sala de profesores-.

Criticoll