domingo, 20 de mayo de 2012

El cine, de vacaciones

La sombra de la traición

TÍTULO ORIGINAL:”The Double” (2011). DIRECTOR: Michael Brandt. REPARTO: Richard Gere, Topher Grace, Martin Sheen, Odette Yustman, Stephen Moyer, Tamer Hassan, Stana Katic.

La sombra de la traición tuvo un estreno reducido en USA el pasado 28 de octubre y a las pocas semanas ya estaba en el mercado del DVD. Tras este dato, y como diría Schuster, no hace falta desir nada más acerca de la calidad de este rutinario largo; un thriller de espías deudor de las manidas historias de la Guerra Fría y que supone otro paso más en la decadencia de Richard Gere.

Pobre, pobre Richard. Da pena verlo aquí correr sin resuello detrás de un sospechoso y pensar que ese mismo era el gallardo protagonista de American Gigolo u Oficial y caballero; ahora una vieja gloria actuando por inercia en un film al que hace 20 años ni siquiera se habría dignado a escupir. Y es que el guión de La sombra de la traición -que, como el de Sin perdón, dormitó 10 años en un cajón esperando ser rodado ( fin de las semejanzas)- es el típico libreto de espías, el FBI, la CIA, los rusos… que hemos visto como unas 200 veces antes en el cine; llevado sin demasiado vigor a la pantalla por el debutante -y también co-guionista- Michael Brandt y con un desenlace final de giros y triquiñuelas tan, tan bochornoso, que un servidor se pregunta si Gere llegó a leérselo entero antes de aceptar. De hecho, uno piensa automáticamente en Un cadáver a los postres o Wayne`s World y en las burlas que se hacen ahí a propósito de esos recursos tan baratos y de última hora capaces de arruinar una cinta, en este caso ya bastante perjudicada de por sí.

Con decir que lo único bueno de la película es la forma en la que Stephen Moyer -el vampiro de True Blood- se escapa de la cárcel… ¡y va y eso también te lo cuentan en el trailer! una chapuza publicitaria como Cuenca de grande y que merece capítulo aparte. En efecto, por si no fuera poco el título original The Double para dar pistas de las sorpresas que esconden sus personajes, hay por ahí circulando trailers indiscretos de La sombra de la traición que directamente te destripan el misterio sobre quién es el letal asesino Cassius, y que parecen perpetrados por la competencia o por los asesores de imagen de Iñaki Urdangarín.

Lenta, aburrida, confusa, tramposa… con personajes poco definidos y más agujeros en el guión que Marlon Brando al final de ¡Viva Zapata!, no parece que Brandt vaya a tener muchas oportunidades en un futuro próximo de dirigir otra película. En fin, que esperemos que Richard alcance pronto los años que le quedan por cotizar para ahorrarnos disgustos como éste.

Criticoll

Jo, qué noche

El canguro

TÍTULO ORIGINAL:”The Sitter” (2011). DIRECTOR: David Gordon Green. REPARTO: Jonah Hill, Max Records, Landry Bender, Kevin Hernandez, Sam Rockwell, Ari Graynor, Jessica Hecht, Method Man, Erin Daniels.

Tampoco es probable que pase a los anales de la historia El canguro, un vehículo para el lucimiento de las lozanas cachas de Jonah Hill -aunque ya no tan lozanas, por consejo de Brad Pitt el muchacho ha perdido 20 kilos- y basado ligeramente en la ochentera Aventuras en la gran ciudad, de Chris Columbus. Como cabría esperarse de los tiempos que corren y de David Gordon Green, responsable de Superfumados o Caballeros, princesas y otras bestias, el humor blanco de aquella se ve sustituido aquí por toda una amplia gama de elementos políticamente incorrectos: trabajos vaginales, pedos, wáteres que explotan, niños deslenguados, drogas, policías corruptos, pandilleros, padres pasotas o treceañeros que descubren con prontitud sus inclinaciones homosexuales. En resumen, un gran crisol de las cosas que se supone nos hace troncharnos en 2012.

Un film que promete más risas de las que finalmente ofrece, se puede decir que todos los chistes de El canguro estaban condensados en su resultón trailer; que, a diferencia del de La sombra de la traición, al menos no spoilea nada y cumple su función de venderle la moto a sus incautos espectadores, que al salir de la sala ponen cara de que probablemente no valía la pena gastarse 6 euros y pico para esto. Y es que la película es muy predecible en su desarrollo, en su inevitable moralina y hasta en su intento de parecerse a Jo, qué noche en el kafkiano retrato del submundo nocturno de Manhattan, aunque claro, lejos de la intensidad pesadillesca de la de Scorsese. También Jonah Hill está más gracioso cuando hace de tímido o de canguro responsable -como en Todo sobre mi desmadre- que cuando se hace el guay como en esta The Sitter, menos salvaje de lo que se cree y más cercana por momentos a la ciencia-ficción involuntaria que a la comedia descerebrada y gamberra.

Criticoll

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