lunes, 14 de mayo de 2012

Johnny, la gente está muy loca

Sombras tenebrosas

TÍTULO ORIGINAL:”Dark Shadows” (2012). DIRECCIÓN: Tim Burton. REPARTO: Johnny Depp, Eva Green, Michelle Pfeiffer, Bella Heathcote, Helena Bonham Carter, Chlöe Grace Moretz, Jack Earle Haley, Johnny Lee Miller, Christopher Lee.

Sorprende la animadversión crítica tan generalizada que ha sufrido Sombras tenebrosas ya desde su preestreno, siendo desdeñado automáticamente como un título decepcionante e indigno de la filmografía burtoniana; como si ésta estuviera repleta de obras maestras y El planeta de los simios o Alicia… no hubieran existido nunca. Así, uno se encaminó al cine con bastantes reparos, la verdad, esperando encontrarse con algo parecido al desastre de Malick con The Tree Of Life, si se trataba de ver cómo se la pegaba un autor pretendiendo ser él mismo más que nunca. Pero lo cierto es que al salir de la sala mi primer pensamiento fue que esas reacciones tan airadas eran muy exageradas: cierto es que Dark Shadows no llega a la altura de Ed Wood o Eduardo Manostijeras, pero tampoco es como para rasgarse las vestiduras de esa forma.

Con Sombras tenebrosas estamos ante la típica película de Tim Burton, con sus elementos góticos y románticos, su humor negro y su Johnny Depp haciendo esta vez de vampiro, dentro de su ya amplia galería de personajes excéntricos. Un film que, afortunadamente, no es tan cómico como su equivocado trailer nos había vendido, y que al final sí respetaba la gravedad de la serie original. Y aunque no pasará a la historia, al menos sirve para que un servidor se congracie con el director de Burbank tras su poco maravilloso y sí muy fallido trabajo previo.

 Y es que Dark Shadows tiene bastantes elementos atractivos que poner en la balanza, como el arrebatador prólogo en el acantilado; los carismáticos personajes de Barnabas -Depp- o la bruja Angelique -la bella Eva Green, quien superó en el cásting a Anne Hathaway, Lindsay Lohan o Jennifer Lawrence-; el divertido choque de Barnabas con los años ’70 tras permanecer dos siglos encerrado en un ataúd; o ese nada disimulado homenaje a Michael Jackson, en la escena en la que el pálido vampiro pasea a plena luz del día por su pueblo, protegiéndose del sol por elementos tan característicos de Jacko como el sombrero y el paraguas negros, los guantes o el inevitable séquito de acompañantes. También resulta apropiado que Burton retome aquí uno de sus temas más recurrentes, como esa apología que suelen hacer sus protagonistas del grupo de outsiders al que pertenecen; ya sea el equipo de rodaje de Ed Wood, los monos desertores y los humanos fugados de El planeta de los simios o los decadentes Collins de este film. Con Johnny Depp emulando a su admirado Marlon Brando de El padrino y defendiendo los intereses de su familia a sangre -nunca mejor dicho- y fuego, prácticamente como si fuesen los Corleone. En el plano negativo, señalar que quizá su guión no desarrolle al final todas las posibilidades que se le intuían a esta historia, y que se le dé poca cancha a secundarios ilustres como Michelle Pfeiffer, Chlöe Moretz, Jackie Earle Haley o a la señorial presencia de Christopher Lee, aquí casi un extra con frase.

En definitiva, a falta de ideas frescas -y lo siguiente de Burton tampoco es muy original que digamos: la nueva versión de Frankenweenie-, buenos son remakes como éstos si son así de apañados. Y es que el autor de Sleepy Hollow se ha convertido, con la práctica, en todo un experto en el arte de adaptar relatos ajenos atrayéndolos a su particular universo, repintándolos con los colores de su estética gótica e invitando al espectador a aceptar lo extraño como normal.

Criticoll

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